El temporal de frío que atraviesa estos días la Península Ibérica ha cumplido las previsiones y ha dejado las primeras nevadas en la provincia de Almería. Aunque las precipitaciones han sido hasta el momento bastante débiles, han sido suficientes para regalar estampas invernales en algunos puntos de la región, acompañadas por las bajas temperaturas que se vienen registrando en los últimos días.
Las cámaras externas instaladas en el Observatorio de Calar Alto, situado a 2.168 metros de altura en la Sierra de Filabres, en el municipio de Gérgal, han captado las imágenes de esta primera nevada. En dicha localización, la temperatura mínima registrada durante la pasada madrugada fue de -4,2 °C, frente a los -7 °C alcanzados en jornadas anteriores, según datos recogidos por la Red Meteorológica del Sureste de Ametse.
Temperaturas bajo cero en varios puntos
La ola de frío ha hecho que seis estaciones meteorológicas de la provincia registren temperaturas bajo cero durante la madrugada. Entre los valores más destacados se encuentran:
- María: -2,5 °C
- Topares (Vélez Blanco): -1,6 °C
- Cañada de Cañepla (María): -0,9 °C
- Láujar de Andarax: -0,5 °C
- Bacares: -0,3 °C
Por su parte, otros municipios como Serón, Chirivel, Oria, Suflí, Vélez Blanco, Lúcar, Armuña de Almanzora, Bayarque, Purchena, Tíjola, Sierro, Vélez Rubio, Macael, Laroya, Olula de Castro, Abrucena y Albox también han experimentado un notable descenso de las temperaturas, registrando valores mínimos que oscilan entre los 0 y los 3 grados.
Un invierno poco habitual
La aparición de nevadas en Almería no es un fenómeno frecuente, lo que convierte estas jornadas en un acontecimiento singular. Los habitantes de las zonas altas de la provincia han podido disfrutar de esta postal invernal, a la vez que las autoridades recomiendan precaución en las carreteras debido a posibles placas de hielo, especialmente en los tramos de montaña.
El temporal de frío continuará afectando a la provincia en los próximos días, con previsión de que las temperaturas sigan siendo bajas, aunque las precipitaciones puedan ir remitiendo. De momento, el invierno ha llegado para quedarse, dejando a su paso un paisaje blanco poco habitual en tierras almerienses.