La capital almeriense y la comarca del Poniente están soportando la peor parte de la ola de calor que afecta a la región en estos días. Aunque las temperaturas no han superado ampliamente los 40 grados, sí se han registrado valores que se acercan peligrosamente a esa cifra, manteniendo a la población en alerta.
En las localidades de Pechina, Rioja y Benahadux, el mercurio alcanzó ayer los 40,5 grados, marcando el punto álgido de la jornada. Estas poblaciones han sido las únicas donde se ha superado la barrera de los 40 grados, destacándose como las más afectadas por este fenómeno meteorológico.
El resto de la provincia, aunque no ha alcanzado estas cifras, no se ha quedado atrás. Las temperaturas máximas en la capital y en diversos puntos del Poniente se han mantenido muy cercanas a los 40 grados, generando preocupación entre los habitantes y las autoridades locales. Este calor extremo está poniendo a prueba tanto a la población como a las infraestructuras, en un verano que ya se perfila como uno de los más duros de los últimos años.
Los expertos meteorológicos advierten que estas condiciones podrían mantenerse en los próximos días, por lo que se recomienda a la ciudadanía tomar las precauciones necesarias para evitar los efectos del calor, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como ancianos y niños.
Además, se están incrementando los esfuerzos por parte de los servicios de emergencia y sanitarios para atender posibles golpes de calor y otras complicaciones relacionadas con las altas temperaturas. La capital almeriense y el Poniente se preparan para continuar enfrentando los desafíos que trae consigo esta ola de calor, esperando que el alivio llegue pronto en forma de temperaturas más moderadas.