Este fin de semana Lucainena de las Torres se vivió dos veladas inolvidables durante el IV Festival de Flamenco en los emblemáticos Hornos de Calcinación. Con un lleno total y un ambiente cargado de emoción, Guillermo Fernández y su grupo en la primera noche, ofrecieron un homenaje excepcional en memoria del maestro Paco de Lucía, en el décimo aniversario de su fallecimiento.

El público, que abarrotó el recinto, quedó cautivado desde el primer acorde hasta el último. La guitarra de Guillermo Fernández, acompañada por su talentoso grupo, resonó con fuerza y sensibilidad, evocando momentos icónicos de la vida y obra de Paco de Lucía. Fue una noche en la que el arte flamenco se elevó a su máxima expresión, dejando a los asistentes inmóviles, absorbidos por la magia que emanaba del escenario.

Al finalizar el concierto, se entregó la escultura de los Hornos de Calcinación, un distintivo galardón, junto con un recuerdo especial para cada uno de los artistas participantes. Estos gestos simbolizaron el agradecimiento y el reconocimiento por una actuación que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.

El agradecimiento fue mutuo. Desde el escenario, Guillermo Fernández y su equipo expresaron su profunda gratitud al pueblo de Lucainena de las Torres, al Ayuntamiento, y a la Diputación de Almería por su apoyo y por hacer posible un evento tan significativo. «Ha sido una noche memorable, llena de respeto, silencio, y una entrega absoluta del público, rompiendo en jaleos y aplausos. No podíamos haber soñado un mejor escenario», comentó el guitarrista emocionado.

la segunda noche, el festival continúo, ofreciendo otra jornada de duende y flamenco puro. Lucainena de las Torres se ha consolidado como un referente cultural, donde el arte se vive y se siente en cada rincón.

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