En el vasto y diverso mundo del campo bravo, existen tesoros genéticos que permanecen ocultos para el gran público. Uno de estos tesoros es un ejemplar singular de la vacada gaditana de El Soldado, que ha captado la atención por su pelaje poco habitual. Este astado ha sido recientemente fotografiado por Gorka Azpilicueta y Arsenio Ramírez, autores del libro Por las Rutas del Toro.
La ganadería de El Soldado pasta en las fincas «Jardinillo» y «Cortijo Los Monteros» en Benalup-Casas Viejas, y «Prado de Potros» en Medina Sidonia, ambas en la provincia de Cádiz. Esta ganadería no mantiene la sangre original que los padres de Carlos Ruiz Montero, actual propietario, adquirieron en 1992. Inicialmente, contaban con más de 20 vacas y varios sementales marcados con el hierro de Torrestrella, y posteriormente añadieron alrededor de 40 hembras de Torrealta.
Durante varios lustros, la ganadería mantuvo esta procedencia hasta que en 2005 decidieron eliminarla y comprar ganado de Joaquín Núñez del Cuvillo. Este hierro está compuesto por cinco líneas procedentes de la sangre Tamarón (Mora Figueroa), destacando entre ellas las de Osborne, Núñez, Ybarra, y Juan Pedro Domecq. Precisamente, es de esta sangre de Osborne de donde proviene el ejemplar en cuestión, un toro muy fino de cabos, recto de lomo y con la cara bien colocada.
Este toro se distingue por ser ensabanado y bocinegro, pero con la particularidad de ser perlino, un rasgo inusual en el campo bravo. Además, presenta puntas blancas en su pitón, una característica poco común en la capa ensabanada, que suele tener la punta negra. La peculiar apariencia de este toro ha generado un gran interés en las redes sociales tras la publicación de su fotografía el pasado martes 23 de julio.
La vacada de El Soldado, que se encuentra en un entorno privilegiado de la provincia de Cádiz, sigue sorprendiendo con sus ejemplares únicos, manteniendo viva la rica diversidad genética del campo bravo español. Este astado, con su pelaje singular, es un recordatorio de la belleza y la complejidad de la cría de toros en España, un legado que continúa evolucionando y maravillando a los aficionados de la tauromaquia.