La Guardia Civil ha detenido a más de 40 personas acusadas de formar parte de una organización criminal dedicada a las estafas bancarias telemáticas, que operaba desde 2019. Según los informes, la red ha acumulado un patrimonio valorado en más de 800.000 euros y ha obtenido fondos monetarios que suman 1.400.000 euros mediante un centenar de operaciones fraudulentas.

Los integrantes de la organización, con edades comprendidas entre los 22 y 29 años, se hacían pasar por empleados bancarios, contactando con las víctimas por teléfono para obtener sus credenciales y desviar fondos a cuentas controladas por la organización a través de plataformas de banca digital.

Hasta la fecha, la Guardia Civil ha esclarecido un centenar de estafas en 40 entidades bancarias diferentes. Además, están siendo investigadas dos personas jurídicas que habrían sido empleadas como empresas pantalla para facilitar el lavado de dinero. La mayoría de las detenciones se han realizado en la zona del Campo de Gibraltar (Cádiz), aunque ha habido arrestos en todo el territorio nacional. Se estima que hay más de un centenar de víctimas, de las cuales unas treinta son de la provincia de Almería.

A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y estafa tecnológica. La organización empleaba sofisticadas medidas de seguridad en sus dispositivos, pero a pesar de ello, las autoridades han logrado recuperar una parte significativa del dinero defraudado.

Técnicas utilizadas: Spoofing y Smishing

Los presuntos estafadores usaban técnicas como el ‘spoofing’ y el ‘smishing’, enviando mensajes SMS masivos que alertaban a las víctimas sobre una supuesta brecha de seguridad en sus cuentas bancarias. Posteriormente, contactaban telefónicamente haciéndose pasar por empleados de la entidad, simulando llamadas legítimas desde el banco, para obtener credenciales y realizar transferencias fraudulentas.

Gracias a estos métodos, los delincuentes obtenían acceso a la banca online de las víctimas, ejecutando transferencias o contratando préstamos de concesión inmediata. Los importes defraudados variaban entre los 200 y los 90.000 euros, muchas veces utilizando Bizum para los movimientos monetarios.

Explotación de brechas de seguridad

Antes de proceder a las estafas, el líder de la organización accedía a los datos de clientes bancarios mediante la explotación de brechas de seguridad en las entidades financieras. Esta información se compartía entre los miembros del grupo para facilitar los engaños a las víctimas, lo que permitió a la organización actuar con mayor precisión.

La investigación, liderada por el Equipo @ y el Equipo de Delitos Económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Almería, ha sido clave para desarticular esta organización y recuperar parte del dinero sustraído. Las autoridades continúan con las investigaciones y no se descartan más detenciones en las próximas semanas.

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