La provincia de Almería, reconocida como la «huerta de Europa» por su liderazgo en la producción de hortalizas, suma un nuevo protagonista a su panorama agrícola: el aguacate. Este fruto tropical, cuya demanda global ha crecido de manera constante en las últimas dos décadas, se posiciona como una alternativa rentable para los agricultores de la comarca del Andarax, donde las condiciones climáticas y de suelo resultan idóneas para su cultivo.
Apuesta por la innovación agrícola
Manuel Gómez, un agricultor de la zona, es uno de los pioneros en esta nueva aventura. Con 150 árboles en producción de las variedades Hass y Bacon y otros 50 recién plantados, Manuel ha comprobado en tres años que el aguacate es una opción viable y prometedora. «Es un producto alternativo que está en pleno auge. Aunque somos pocos los que nos hemos arriesgado, cada día aprendemos unos de otros», comenta.
El cambio climático ha jugado un papel importante en esta transición. Las heladas que antaño limitaban las posibilidades agrícolas en el medio Andarax han dado paso a temperaturas más templadas, facilitando la adaptación de los aguacates. Sin embargo, el cultivo también presenta desafíos: las plantas requieren un equilibrio constante entre humedad y drenaje, un riego cuidadoso para evitar la proliferación de hongos y un trabajo constante durante todo el año.
Cosecha y comercialización: un camino en desarrollo
El esfuerzo y la dedicación tienen su recompensa. Según Manuel, la cosecha de este año ha sido “bastante buena” en calidad, y aunque no se maneja un mercado local consolidado, el precio promedio de tres euros por kilogramo resulta atractivo. «Aquí en Almería todavía no tenemos un mercado abierto para la exportación, así que muchas veces llevamos nuestra producción a lugares como Motril», explica.
Además de la rentabilidad, una de las ventajas de este cultivo es su flexibilidad. El fruto no madura en el árbol, lo que permite a los agricultores recolectar de manera pausada y adaptarse a las demandas del mercado. En el caso de Manuel y su esposa Ana, han logrado llevar a cabo una campaña tranquila y exitosa, encargándose personalmente del proceso de recolección, envasado y distribución.
Un futuro prometedor
Aunque todavía en fase inicial, el cultivo del aguacate en Almería apunta a un futuro prometedor. Los agricultores que han apostado por esta fruta se benefician de precios competitivos, una demanda sostenida y la posibilidad de diversificar sus actividades en un contexto de cambio climático. Si bien la comercialización sigue siendo un reto, iniciativas como esta posicionan a Almería no solo como la “huerta de Europa”, sino también como un punto emergente en la producción de frutos tropicales y exóticos.
La experiencia de Manuel Gómez y otros agricultores pioneros podría ser el comienzo de un nuevo capítulo agrícola en la región, donde tradición e innovación convergen para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global.