Medioambiente | Almería, 11 de febrero de 2025
El Gobierno de España ha anunciado oficialmente la demolición del polémico hotel de El Algarrobico, ubicado en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en Almería. Tras dos décadas de disputas legales, debates medioambientales y movilización ciudadana, este martes se aprobará en el Consejo de Ministros un acuerdo que permitirá la expropiación de los terrenos donde se levanta la infraestructura.
El hotel, una construcción de 20 plantas y más de 400 habitaciones, ha sido símbolo de la confrontación entre desarrollo urbanístico y preservación medioambiental en España. A pesar de que la licencia de construcción ha sido considerada «plenamente legal» en diversos fallos judiciales, la presión de organizaciones ecologistas, como Greenpeace, y la controversia pública han mantenido el proyecto en el centro de la atención mediática y política.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró que “la demolición de El Algarrobico es un paso necesario para la restauración de un espacio natural de incalculable valor. Este acuerdo refleja el compromiso del Gobierno con la protección de nuestros parques naturales y la legalidad medioambiental.”
El proceso de expropiación será el primer paso hacia la demolición, que se prevé iniciar en el segundo semestre de este año. El Ejecutivo ha asegurado que la restauración del paisaje será prioritaria, con un plan de rehabilitación ambiental que devolverá la zona a su estado original.
Sin embargo, la decisión no está exenta de polémica. La promotora del hotel, Azata del Sol, ha manifestado su intención de recurrir la expropiación, alegando que la licencia sigue vigente y que la construcción cumple con las normativas urbanísticas que estaban en vigor en el momento de su edificación.
Organizaciones ecologistas han celebrado la decisión. Greenpeace, uno de los principales impulsores de la campaña contra el hotel, calificó el anuncio como “una victoria histórica para el medioambiente y la ciudadanía”. No obstante, advierten que seguirán vigilantes para asegurar que el proceso de demolición y restauración se lleve a cabo de forma efectiva y transparente.
El hotel de El Algarrobico, que nunca llegó a abrir sus puertas al público, ha sido durante 20 años un emblema del urbanismo desmedido en espacios protegidos. Con su demolición, se cierra uno de los capítulos más largos y controvertidos de la historia reciente de la política medioambiental en España.
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