¿Será que estoy criando bien a mis hijos? ¿Será que soy un buen padreo madre?
Hablemos de los buenos tratos y el respeto en la crianza
Por:
Docente. Mónica Tatiana Moreno Ángel. Líder del semillero – Psicóloga – Magíster en Psicología clínica. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología.
Anyi Lorena Godoy Cruz. Estudiante de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología.
Yulied Merchán Ramírez. Estudiante de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología
Muchos padres se preguntan ¿será que estoy criando bien a mis hijos? Para responder a esta pregunta es importante recordar que no existe la maternidad o parentalidad perfecta, puesto que, cada familia es diferente y cada padre o madre piensa, siente y actúa de formas diversas. Podríamos decir entonces, que no hay una crianza universal o una única forma de criar. Pero si te podemos decir que lo importante es que la crianza se base en el respeto, el amor incondicional y la continua disponibilidad para con tus hijos.
Si se trata del cómo criar a los hijos, una respuesta sería: desde una crianza respetuosa, la cual se basa en que las figuras principales de cuidado. Es decir que, como mamá, papá u otros cuidadores: protejan y traten bien a sus hijos, y que esto se realice mediante el respeto (Lozaiga, 2011). Así pues, pensar en una crianza respetuosa como padres o guías en los procesos de desarrollo de tus hijos es inculcar, demostrar y evidenciar el respeto en los diferentes entornos y situaciones que viven ellos.
El valor del respeto es esencial para vivir en comunidad, es decir que, al ser criados respetuosamente, tus hijos entenderán que los otros y ellos mismos merecen respeto y ser bien tratados. Esto repercutirá a futuro, puesto que, podríamos decir que las relaciones de tus hijos serán basadas en el respeto hacia sí mismo, hacia los otros y hacia la sociedad. Promover estos buenos tratos desde la crianza, fortalece las relaciones parentales desde tempranas edades a través de la confianza, el cuidado y la protección. Esto logrará fortalecer la autonomía, la confianza y la exploración de tus hijos a través de tu acompañamiento, la lectura de las emociones y el entrenar en las habilidades que quieres que tu hijo desarrolle. Para ello, es necesario tener en cuenta: la disponibilidad, que estés presente para ellos y la sensibilidad en el cómo respondes a las necesidades de tus hijos, tanto físicas como emociones. Pero… ¿cómo hacerlo? Hoy te brindamos 3 opciones para que inicies en este camino de la crianza respetuosa:
- Sé firme y amable a la vez: esto significa que puedes orientar, guiar, poner límites y a la vez ser respetuoso y amable con el sentir de tu hijo. Por ejemplo, en una situación donde se requiera hacer algún tipo de tarea importante, puedes mencionar “sé que estas cansado. Lo que podemos hacer es que iniciamos con una que te guste y luego continuamos con esta”. No se trata de que no realice la tarea, es atender al sentir de tu hijo, pero orientándolo a la ejecución de una acción o compromiso importante.
- Habla de su acción y no de su ser: Generalmente cuando queremos cambiar un comportamiento disruptivo e inadecuado en nuestros hijos tendemos a generar procesos de afectación de su personalidad, diciendo coas como “eres muy desjuiciado, desatento, indisciplinado, etc.” afectando su propia imagen. La idea es centrarnos en su acción y no en su ser, por ejemplo, decirle “no debes golpear porque eso duele, puedes decirme que te sientes incomodo o me puedes abrazar”, “en esta casa no decimos esas palabras porque son groserías, me puedes pedir el favor”. Esto le permitirá tener claridad sobre su actuar, reflexionar entorno a ello y que le brindes nuevas estrategias para actuar de formas alternas.
- Alienta y no sólo elogies: Esto permitirá promover en tu hijo la autonomía y autoestima, Por ejemplo, nombra el comportamiento específico que hizo tu hijo. Puedes decir cosas como “trabajaste duro y tu esfuerzo se ve recompensado en esa nota”, “debes estar orgulloso de ti mismo”, “confío en que tu responsabilidad” hiciste bien levantando tus juguetes tan pronto cuando te lo pedí.” Esto generará una comprensión de sus acciones y sus consecuencias.
CONCLUSIÓN
La crianza respetuosa debe tomarse como esa ruta, guía o camino que se construye en el día a día, en el cual el respeto, la sensibilidad y la disponibilidad parental promueve relaciones armoniosas y vínculos seguros. En este estilo de crianza se posiciona al niño como sujeto de derechos y al padre o madre como fuente de seguridad para fortalecer el desarrollo saludable de los niños y niñas.
Referencias
Garrido, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la salud. Revista Latinoamericana de Psicología, 38 (3), pp. 493-507. https://www.redalyc.org/pdf/805/80538304.pdf
Loizaga Latorre, F. (2011). Parentalidad positiva. Las bases de la construcción de la persona. Educación social, 49, 70-88.
Moreno, M. (s.f.r). Educación infantil con énfasis en regulación emocional. Universidad del Bosque. https://www.unbosque.edu.co/centro-informacion/noticias/educacion-infantil-con-enfasis-en-regulacion-emocional-0
NELSEN, J. (01 de 01 de 2020). Disciplina positiva qué es: Una crianza firme y respetuosa. Obtenido de Disciplina positiva qué es: Una crianza firme y respetuosa: https://www.hakunamatata.com.co/blog-hakuna-matata/disciplina-positiva/